miércoles, 3 de enero de 2018




"En la psicología arquetípica, opinamos que todos los elementos de un cuento son descripciones de los aspectos de una sola mujer. Por consiguiente, (...) tenemos que preguntarnos al principio "¿Qué trato desventajoso hacen todas las mujeres?"
Una vez trabajé con una mujer de la que todos se aprovechaban...
Por su dulzura, su cordial y cariñoso tono de voz, sus modales exquisitos...

El trato desventajoso que había hecho consistía en no decir nunca que no para ganarse el afecto de los demás. El depredador de su psique le ofreció el oro de ser apreciada a cambio de perder el instinto que le decía: "Ya basta"" (Pinkola Estés)


































Cuando la niña se despertó, al ver que la llevaba un desconocido, hizo la señal de la cruz. Entonces, el demonio se enfadó mucho, paró el caballo y con su cuchillo le cortó los brazos a la niña para que no pudiera hacer más la señal de la cruz.

El demonio me cortó los brazos desde la cobardía. 
El demonio me cortó los brazos desde la impotencia.
El demonio me cortó los brazos desde el miedo. 
El demonio sabe que cuando estoy completa soy más fuerte que él. 
El demonio sabe que con mis brazos puedo vencerlo. 
El demonio no sabe que, aun sin manos, podré doblegarlo.
        





Pero, ¿qué estaba haciendo Dios mientras me robaban la vida?


          
  "...nadie pudo decir quién gritó más de dolor, si la hija o el padre"








"Así pues, la joven se envolvió los muñones de los brazos en una gasa limpia y, al rayar el alba, abandonó la vida que había conocido hasta entonces"


Aunque no recuerdo qué vida conocí, o si la hubo si quiera. Sé que tuve brazos por el dolor inmenso, agudo, punzante que permanece fiel en el lugar que debieron ocupar unas manos fuertes para construir caminos, unos brazos cálidos para acurrucarse en el invierno.No recuerdo qué vida hubo antes y, a veces, cuando trato de recordarlo, la memoria se funde en negro para recordarme que hay cosas que es mejor no recordar si queremos seguir adelante.No recuerdo qué vida viví, pero conozco la vida que vivo suspendida en el vacío, trazada por la ausencia de lo que debió ser.
Entonces, reconstruyo lo que fue como el negativo de la película en la que vivo. 



Glosas de textos



A medianoche se presentó la doncella, viniendo del boscaje, y, acercándose al peral, comióse otra pera, alcanzándola directamente con la boca; a su lado se hallaba el ángel vestido de blanco. Salió entonces el sacerdote y preguntó:

- ¿Vienes del mundo o vienes de Dios? ¿Eres espíritu o un ser humano?
A lo que respondió la muchacha:

- No soy espíritu, sino una criatura humana, abandonada de todos menos de Dios.

Dijo entonces el Rey:
- Si te ha abandonado el mundo, yo no te dejaré.
Y se la llevó a su palacio, y, como la viera tan hermosa y piadosa, se enamoró de ella, mandó hacerle unas manos de plata y la tomó por esposa.





Pero, a su debido tiempo...