Cuando
la niña se despertó, al ver que la llevaba un desconocido, hizo la señal de la
cruz. Entonces, el demonio se enfadó mucho, paró el caballo y con su cuchillo
le cortó los brazos a la niña para que no pudiera hacer más la señal de la cruz.
El demonio me cortó los brazos desde la cobardía.
El demonio me cortó los brazos desde la impotencia.
El demonio me cortó los brazos desde el miedo.
El demonio sabe que cuando estoy completa soy más fuerte que él.
El demonio sabe que con mis brazos puedo vencerlo.
El demonio no sabe que, aun sin manos, podré doblegarlo.
Pero,
¿qué estaba haciendo Dios mientras me robaban la vida?
"...nadie
pudo decir quién gritó más de dolor, si la hija o el padre"
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